domingo, 7 de octubre de 2012

VIAJAR POR CHINA: BEIJING, PLAZA DE TIANANMEN Y LA CIUDAD PROHIBIDIDA

 

Entrada a la Ciudad Prohibida
 
Nuestra Guía intentando reunirnos a todos

 
La Ciudad Prohibida tiene el encanto de los lugares legendarios y para más inri, ocultos y casi sagrados. La propia palabra de "Prohibida" implica una visita obligada a este gran palacio.
 
No obstante, no hay que esperar la majestuosidad de otros tiempos. Los pabellones apenas tienen objetos o mobiliario y cuando lo poseen, no deslumbran por su calidad o diseño. Al menos si lo comparamos con las antigüedades y piezas admirables que se pueden contemplar en otros Palacios y Museos.


Parece que los continuos incendios y varios saqueos, hicieron estragos en este sentido y es curioso que es en el Museo de Taipei en Taiwan donde se puede contemplar la mayor parte de los objetos de los que en su día disfrutaron los Emperadores.

Los Pabellones están muy bien conservados

El abrasante calor de ese día impidió el gentío habitual

Es aconsejable iniciar el recorrido por la puerta sur y salir por la norte, así como madrugar para evitar las multitudes. Nosotros tuvimos suerte y ese día no había muchos visitantes.

Hay que advertir que apenas hay espacios de sombra sin ocupar. Todos los turistas descansábamos en las entradas a los Pabellones donde disponíamos de refugio del calor seco de Beijing.

El ir con niños y silletas tenía su ventaja, algunas personas se apiadaban de nosotros y nos dejaban bancos libres. Las niñas apenas disfrutaron de la visita, pasando el tiempo entre siestas y duchas improvisadas con botellines de agua.



Detalle de las escaleras: Los dragones eran los símbolos del Emperador

En la sombra algunos turistas pidieron permiso para fotografiar a las niñas

Fue una suerte llevar la sombrilla, en China es muy difícil encontrarlas

La Plaza de Tiananmen está contigua a la Ciudad Prohibida.

Tiene una estética comunista: una basta plaza pavimentada con una gran bandera en el centro. Pero los edificios que la rodean son típicamente orientales y por ello, bonitos.

Ejemplos son el Mausoleo de Mao o el Museo de la Historia de la Revolución China, recintos en los que no entramos, no sólo por ir con bebés sino por evitar las largas filas de visitantes esperando poder entrar.

Puerta de la Paz Celestial en Tiananmen, conde Mao proclamó la República Popular de China



Las dos visitas (Plaza y Ciudad) pueden durar un día completo si se entra en los Museos. Es preferible hacerlo sin niños ya que hay que recorrer amplias distancias y hay pocas distracciones para ellos.

En una China de contrastes no deja de sorprender cómo dos épocas tan diferentes de su historia, conviven en la actualidad en un recorrido turístico, pudiendo viajar en el tiempo con tan sólo traspasar la Puerta del Sur de la Ciudad Prohibida.

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